Saber que vienen por delante unos días en los que, junto con tus seres queridos, podrás coger la carretera y viajar con tu caravana durante unos días donde desees es una de las sensaciones más placenteras que este extraño mundo puede ofrecer.

Eso sí, el único inconveniente que tiene es que esas escapadas son algo que no se puede improvisar de un momento a otro. Este tipo de excursiones requieren una preparación, tanto del coche como por la caravana.

Así nos aseguraremos un viaje seguro y sin problemas, en el que tanto la caravana como el vehículo y nosotros veremos satisfechas todas nuestras necesidades.

¿Qué cosas hay que tener en cuenta al viajar en caravana?

– Debes comprobar que tanto el coche como la caravana están en un estado óptimo. Es necesario revisar las ruedas, el sistema de refrigeración, los líquidos (limpiaparabrisas, aceite, agua), el estado de las luces…  No hay que olvidar cerciorarse del buen estado del enganche, las cadenas de seguridad, los frenos de estacionamiento y de caravana.

– Además, es necesario revisar que dispones de toda la documentación del vehículo y la caravana en regla, como la tarjeta de las características técnicas, la ITV, el recibo del seguro y el pago del Impuesto de Circulación.

– También hay que comprobar que llevas de los triángulos de señalización obligatorios, chaleco reflectante, rueda de repuesto y herramientas básicas.

– Si vas a viajar al extranjero también es importante preocuparse por conocer la normativa de circulación para caravanas del país al que vamos a viajar, así como los posibles peajes, lugares donde está prohibido estacionar y gasolineras. A nadie le gustan las sorpresas, sobre todo en países donde quizás no se hable español.

– Diseña con tranquilidad la ruta a seguir te permitirá saber dónde repostar, dónde descansar y dónde poder pasar la noche sin problemas con las autoridades. En este sentido es útil buscar la opinión y experiencia de otros viajeros que hayan hecho la misma ruta que nosotros.

– No cargar en exceso la caravana es clave para que mantenga el equilibrio de forma correcta y para que podamos llevar solo lo que es necesario. En caso de llevar cosas de peso, guárdalas en los armarios más bajos, a ser posible alineadas con el eje.

– Haz un repaso mental de todo lo que utilizarás desde que te levante hasta que te acuestes para no olvidar ningún detalle al viajar, como el cargador del móvil, una loción anti mosquitos o los calzos de las ruedas.

– Optimiza el equipaje. Por ejemplo, en vez de llevar toallas normales, compra las toallas de microfibras para entrenar que venden en muchas tiendas de deporte. Secan mucho más de lo que parece y además, ocupan menos de la mitad de una toalla pequeña. No hace falta llevar mucha ropa, pero la que vaya en el equipaje debe ser cómoda y funcional, para poder viajar de forma confortable.

– Lleva un bidón de agua de diez litros, puede ser crucial para repostar agua en cualquier momento.